Zonas apartadas de la geografía panameña están recibiendo suministro de energía para consumo doméstico a través de equipos de energía solar portátiles y prepagados, con un modelo de financiamiento en cuotas.
Esta manera de proveer el servicio energético se utiliza en áreas remotas de África, pero en Panamá se desconocía hasta la llegada de una empresa de capital estadounidense con registro panameño, que provee energía solar prepago en áreas apartadas como la comarca Ngäbe-Buglé, y comunidades rurales de Bocas del Toro, Veraguas y Panamá Oeste.
La empresa funciona con un permiso comercial y no está regulada, informó la Autoridad Nacional de los Servicios Públicos.
Según el informe Salir de la oscuridad, del Banco Mundial, elaborado por el Grupo Consultivo de Ayuda a los Pobres, el valor del modelo de financiamiento para los usuarios de energía les permite a los proveedores de estos servicios aprovechar la tecnología de pagos móviles y de bloqueo remoto para crear modelos de negocios referentes a sistemas fotovoltaicos de uso doméstico, como una solución asequible para clientes de bajos ingresos.
En Panamá, el método estudiado por el organismo multilateral funciona mediante un contrato entre las partes puesto en marcha bajo los esquemas de la energía solar fuera de la red. A grandes rasgos, se trata de un kit integrado por un panel solar, un conversor y una batería.
La empresa provee el equipo para que el cliente lo pague poco a poco en letras mensuales.
Los precios de los kits van desde $80 hasta $580 para abastecer de energía equipos básicos como lámparas, celulares, radios y televisión.
El paquete más costoso tiene un valor aproximado de $4 mil e incluye los paneles, baterías, cuatro focos y una refrigeradora pequeña.
Se trata de una opción de tener acceso al servicio de energía eléctrica limpia en áreas apartadas donde la red eléctrica no ha llegado, manifestó Janeth Castillo, gerente de Proyecto de Solubrite, compañía que provee el servicio.
Los equipos solares prefabricados permiten eliminar el uso de lámparas o mechas con queroseno, el uso de focos de mano y velas. Este método de energía solar implica una reducción del impacto en el ambiente, dado que se trata de una energía limpia, aunque puede resultar un tanto más costosa.
El Banco Mundial detalla que el promedio de gasto mensual en energía en estas comunidades de bajos ingresos oscila entre $2 y $5.45, mientras que los gastos con este esquema prepago están entre $6 y $15 al mes.
Sin embargo, los consumidores lo prefieren porque muchos no estarían en condiciones de comprar sistemas de energía solar para uso doméstico si tuvieran que pagarlo de una sola vez. Además, la opción de financiamiento les permite probar la calidad del sistema y las garantías de la empresa proveedora antes de comprometerse a pagar el precio total del equipo, destaca el informe.
“La combinación de energía solar con la batería de litio desplazaría a las termoeléctricas, porque se podrá guardar energía barata producida con el sol o con el viento. Esto podría ocurrir entre 2025 y 2040”, dijo Tonci Backovic, especialista en energía de la Corporación Financiera Internacional (IFC) del Banco Mundial.
La cobertura eléctrica en el país entre 2010 y 2014 pasó de 87.7% a 92.5%. Se trata de un crecimiento sostenido pero lento, según el Plan Energético Nacional 2015-2050.
