América Latina y el Caribe crecerán a una tasa promedio de 2.6% entre 2018 y 2020, afianzando la tendencia de crecimiento después de un periodo de recesión, pero el ritmo de crecimiento será inferior a regiones como Asia, para la que se espera una expansión de 6.5% y los países emergentes de Europa, que crecerán 3.7%.
El débil desempeño de América Latina respecto a otras regiones se explica por bajos niveles y mala calidad de inversión, según el Informe Macroeconómico 2018 del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
José Juan Ruiz, economista jefe del BID, señaló que “la buena noticia es que la mayoría de la región ha vuelto a crecer. No obstante, el crecimiento no es lo suficientemente veloz para satisfacer los deseos de la creciente clase media de la región. El mayor desafío es aumentar los niveles y eficiencia de las inversiones para que la región se vuelva más productiva, crezca de manera más veloz y estable y resguarde a la región de shocks externos”.
El informe señala que América Latina y el Caribe prácticamente no aumentaron su productividad entre 1990 y 2017, mientras que los países emergentes de Asia registraron un crecimiento productivo anual de 0.22% en el mismo periodo de tiempo. Durante ese lapso, la tasa de crecimiento promedio per capita de América Latina se ha mantenido 1.4 puntos porcentuales por debajo de los países emergentes de Asia.