El Fondo Monetario Internacional (FMI) bajó ayer su pronóstico de crecimiento económico para América Latina y el Caribe para 2018 y 2019, debido a una reciente apreciación del dólar y a un incremento en los precios del petróleo.
El FMI estima que la economía regional podrá crecer a un ritmo de 1.6% este año y 2.6% el año próximo, una reducción de 0.4% y 0.2%, respectivamente, en comparación con la proyección que había emitido en abril.
Pese al recorte, la proyección de crecimiento para América Latina aún representa un aumento respecto del crecimiento de 1.3% alcanzado en 2017.
El Fondo recortó en medio punto porcentual (a 1.8%) su proyección de crecimiento de este año de la economía brasileña, cuya divisa “se ha depreciado más del 10% debido a una recuperación más débil de la esperada y a la incertidumbre política”.
También redujo las proyecciones para Argentina -cuya moneda se ha devaluado más de 50% desde comienzos de año- y Venezuela, cuya producción petrolera ha disminuido.

