La euforia de Wall Street ante el aumento de las acciones a alturas sin precedentes ha alcanzado niveles estratosféricos que antes anunciaron un hundimiento.
Los analistas elevan sus pronósticos de ganancias corporativas estadounidenses al ritmo más veloz en 10 años, según la firma de investigaciones de mercado Bespoke Investment Group.
Y de manera inusual, esto sucede justo en vísperas del comienzo de una temporada de anuncios de beneficios.
Aunque el aumento podría tomarse como reflejo positivo de las perspectivas de la economía, en el pasado el ánimo alcista de los analistas fue un preanuncio de una declinación del mercado. La última vez que hubo una brecha tan amplia entre los analistas que elevaban los pronósticos y los que los bajaban fue en mayo de 2010.
En aquella ocasión, la divergencia creció después de un alza de más de 10% en el Índice S&P de Estados Unidos a lo largo de los tres meses previos.
Justo antes de que el ánimo de los analistas alcanzara la cúspide, los precios de las acciones también llegaron a su máximo y el índice se desplomó más de 15%.
De manera similar, los analistas ahora mejoran sus pronósticos tras un fuerte desempeño de las acciones. El S&P 500 dio un alto de 6.1% el trimestre pasado y ha tenido su mejor comienzo de año desde 2006.
La temporada de anuncios de ganancias cobra impulso esta semana con los informes de JPMorgan Chase & Co. y Wells Fargo & Co.
Si observamos a los miembros del Índice Compuesto S&P 1500 más amplio, el ritmo de correcciones al alza de las estimaciones de ganancias por acción ha llegado a su punto más alto en más de 10 años, muestran cálculos de Bespoke Investment Group.
El creciente optimismo ha dado lugar a advertencias de algunos círculos, entre ellos los analistas de Citigroup Inc. y Pacific Investment Management, que les han dicho a los clientes que todavía hay razones para preocuparse.

