Tras el leve repunte logrado en el primer trimestre del año, las apuestas en juegos de azar volvieron a caer entre abril y junio, dejando un balance negativo para la primera mitad del año.
La Junta de Control de Juegos (JCJ) reportó que entre enero y junio se apostaron mil 103 millones de dólares, unos 8 millones de dólares menos en comparación con igual periodo del año pasado.
Los operadores de juegos de azar indican que el impuesto de 5.5% que impuso el gobierno en 2015 marcó el inicio del declive que vienen presentando las apuestas en juegos de azar.
“No importa si el jugador gana o pierde, el establecimiento debe retenerle el 5.5% del monto que cambia en la caja”, comentan empresarios vinculados a este sector. El segmento donde se reportó la mayor disminución fue el de mesas de juego, que son exclusivos de los casinos completos que solo pueden operar en hoteles con más de 300 habitaciones.
Entre enero y junio se apostaron 68.3 millones de dólares en mesas de juegos, mientras que en igual periodo del año pasado el monto alcanzó los 92 millones de dólares. Las apuestas en el hipódromo Presidente Remón y en las salas de bingo también cayeron en la primera mitad del año.
La historia fue diferente para las máquinas tragamonedas tipo A, donde se apostaron 982.6 millones de dólares, 13.9 millones de dólares más. Igualmente, se incrementó el flujo de dinero en los eventos deportivos hasta los 22.7 millones de dólares, unos 600 mil dólares adicionales.
Aunque en los casinos completos hay máquinas tragamonedas tipo A, este mercado es controlado por la empresa Gaming & Service Panamá, que tiene una concesión hasta el año 2034 para operar 29 salas de juegos en todo el país.
En el primer semestre de 2017 ya se había dado una disminución de 15.5% en el monto de las apuestas en comparación con 2016.