El acuerdo que Argentina negocia con el Fondo Monetario Internacional (FMI) por una nueva línea de crédito probablemente incluya medidas para fortalecer la independencia del banco central, que ha sido cuestionada desde que el Gobierno cambió las metas de inflación el año pasado, dijeron economistas.
Aunque los detalles de las condiciones del acuerdo aún no se conocen, el presidente del banco central, Federico Sturzenegger, dijo que se basarán en dos ejes: uno referido a la política fiscal y otro a cuestiones “institucionales”, como la independencia de su entidad.
“Ellos quieren fortalecer el marco institucional para la política monetaria”, respondió Sturzenegger en una entrevista publicada el fin de semana por el medio especializado Central Banking, que le consultó si la independencia del banco central sería parte del acuerdo.
“Yo no me opondría a acciones más asertivas y positivas en favor de un banco central más independiente de acá en adelante”, agregó.
Un portavoz del banco central confirmó las declaraciones de Sturzenegger.
Se esperaba que el acuerdo, que podría consistir en más de $20 mil millones, demande alrededor de seis semanas de negociación. Las conversaciones comenzaron el 8 de mayo.
Bajo el gobierno populista de Cristina Fernández, la autoridad monetaria generalmente obedecía a los requerimientos del Poder Ejecutivo de emitir dinero para financiar los déficits y sostener el tipo de cambio.
Desde que asumió en diciembre de 2015, el presidente Mauricio Macri ha enfatizado la importancia de la independencia del banco central. Pero las altas tasas de interés destinadas a combatir la inflación de dos dígitos han despertado quejas de funcionarios y empresarios, preocupados por su impacto en el crecimiento económico.
En diciembre, el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, anunció que la meta de inflación de 2018 aumentaría al 15% respecto a la meta previa de entre 8% y 12%, en una conferencia de prensa junto a Sturzenegger.
Posteriormente, el banco redujo la tasa de interés en dos ocasiones en enero, a pesar de que la inflación se mantenía en torno al 25%.
“Claramente mostraron un banco central con poca independencia todos los eventos del 28 de diciembre”, dijo Marcos Buscaglia, socio fundador de la consultora económica y política Alberdi Partners en Buenos Aires.
Buscaglia denominó el cambio de metas como el “origen” de la corrida contra el peso que llevó al país a volver al FMI. El peso se devaluó más de 25% este año, que motivó al banco central a realizar tres subas de tasas de interés de emergencia desde abril, que culminó con la tasa en 40%, la más alta del mundo.

