Argentina está renovando las arcaicas rutas que llevan al mayor puerto agroexportador del país, pero para que los embarques de una de las potencias mundiales continúen creciendo aún falta un capítulo clave: profundizar y ensanchar uno de los ríos más importantes del mundo.
La región portuaria de Rosario descansa sobre el Paraná, el segundo río más largo de Sudamérica después del Amazonas, a través del que se exporta el 80% de los productos agrícolas de Argentina, un proveedor global líder de alimentos.
En busca de mejorar la infraestructura exportadora, el Gobierno dio a conocer el mes pasado las ofertas de empresas para construir y mejorar rutas a través de sociedades público-privadas (PPP), un plan que incluye tramos clave para el traslado de granos a Rosario.
Sin embargo, los actuales 34 pies de profundidad que tiene el Paraná entre Rosario y el mar -dragados en la década de 1990-dificultan el acceso de modelos modernos de barcos de carga y causan problemas al tránsito de navíos, que creció junto a la expansión productiva agrícola del país.

