La Asamblea número 50 del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) comenzó ayer en Medellín, Colombia con el reto de debatir una polémica ampliación de capital del organismo en plena crisis y analizar la vorágine económica que podría dejar hasta 13 millones de pobres en América Latina, según el propio organismo.
El presidente del BID, Luis Alberto Moreno, reconoció que la ampliación de capital, en plena crisis global, no está exenta de polémica, y la calificó de “necesaria”.