Este corto escrito busca identificar algunas razones útiles para conocer el valor de una empresa, visto desde el ángulo de sus dueños o accionistas, y también conocer una forma de cómo realizar una estimación de valor. Contar con una apreciación razonable del valor de una empresa tiene muchos usos, y paso a mencionar varios: ayuda a entender si se está creando o destruyendo valor a la inversión, lo cual puede tener repercusiones estratégicas; facilita la negociación de acuerdos de accionistas que desean modificar su participación; es vital para toda potencial transacción de compra, venta o fusión; y también es muy útil cuando una empresa explora la opción de emitir nuevas acciones, ya sea de forma privada o pública, y para cuando busca la negociación pública de sus acciones en el mercado de valores.Ahora bien, determinar cuánto vale una empresa es una combinación de ciencia y arte; este último se desarrolla con la experiencia de años y opinión prudente de cada caso.
La parte científica es un tanto más exacta, ya que parte de estados financieros preparados en base a principios de contabilidad ampliamente aceptados, como las Normas Internacionales de Información Financiera (Niif), y auditados de forma independiente por una firma reputada.Hay muchas formas de calcular ese valor estimado; en Indesa, nos ha tocado realizar innumerables valoraciones con distintos fines y, reflexionando al respecto, puedo concluir que el método que más nos ha tocado utilizar es el del valor presente de los flujos futuros, muy similar al concepto del modelo de dividendos descontados, utilizado para calcular el valor de una acción públicamente cotizada.
La ciencia se combina con arte y experiencia al estimar el comportamiento futuro de la empresa por un período determinado de años. Con dichos flujos calculamos la utilidad y lo que se conoce por sus siglas en inglés como Ebitda: ganancias antes de restar impuestos, intereses, depreciación y amortización. Al final de la proyección, estimamos un valor terminal o residual, que infiere el valor al final de los flujos estimados, con una apreciación de crecimiento perpetuo que nos permite computar dicho valor terminal en combinación de una tasa de descuento.Construir la tasa de descuento puede ser tan sencillo o complejo como el caso lo amerite.
Esta equivale a una tasa de interés utilizada para calcular el valor presente de esos flujos futuros, junto a un valor terminal. Un método muy utilizado para estimar la tasa de descuento es el WACC (Weighted Average Cost of Capital), que permite determinar el costo promedio de capital ponderado, que incluye costo de deuda y de patrimonio de la empresa. Para esto último se requiere utilizar una tasa libre de riesgo, la prima de riesgo país donde opera la empresa, riesgo de industria, una Beta que mida la correlación con el mercado y prima de tamaño o liquidez, si fuese el caso.
Como vemos, esta puede ser la parte más compleja del cálculo, pero crucial al momento de estimar un cálculo razonable.Claro está, se requiere de mucho más espacio para poder analizar y explicar adecuadamente este tema; sin embargo, espero que estos breves comentarios hayan estimulado su curiosidad para investigar más al respecto.