La confianza del consumidor brasileño mostró cierta mejora en julio, en medio de avances en las mediciones sobre condiciones actuales y de inversión, indicó un sondeo de Thomson Reuters e Ipsos.
El Índice Primario de la Confianza del Consumidor (PSCI, por sus siglas en inglés), subió a 35.9 en julio, frente a la lectura de 35.2 en junio.
El resultado de este mes es el segundo mejor en el año y solo se sitúa detrás de la cifra de 38.1 en enero. De los cuatro subíndices que componen el indicador, la medición sobre inversión subió 2.3 puntos en julio, a 34.2, y fue el grupo con la mayor alza de este mes.
El segundo mayor avance se registró en el subíndice de las condiciones actuales, que subió 2 puntos, a 23.6. En tanto, la evaluación sobre las expectativas también mejoró este mes al subir en 1 punto a 63.2.
El único subíndice que registró una caída fue el de empleo, al ceder 1.2 puntos a 26.3 en julio, la lectura más baja para el grupo este año. La persistente debilidad de esta medición se debe al elevado número de desempleados en el país.
La mejora en el ritmo de confianza del consumidor también se vio reflejada en el más reciente sondeo de la Fundación Getulio Vargas (FGV), que mostró una nueva mejora en las expectativas, llegando al mayor nivel en un año en junio.
Para la FGV, los consumidores han comenzado a recuperar el optimismo sobre el futuro de la economía, pese a que las últimas proyecciones realizadas por analistas consultados semanalmente por el banco central apuntan que el producto interior bruto (PIB) brasileño se contraerá 3.44% este año.
