El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, dijo que las conversaciones con China por financiamiento “van bien”, después que el Parlamento, dominado por la oposición, desestimara la idea de recibir nuevo apoyo del mayor acreedor del país.
“Ahora estamos trabajando con China en tramos nuevos e importantes de financiamiento. Está yendo bien, muy bien”, declaró Maduro en la televisión estatal venezolana.
“Si no fuera por esos acuerdos con China, las cosas serían más difíciles para nosotros”. Las declaraciones de Maduro se produjeron en momentos en que la Asamblea Nacional ha redoblado los esfuerzos para lograr un referéndum revocatorio que permita destituirlo de su cargo ante la debacle de la economía.
La oposición advirtió que los acuerdos internacionales de financiamiento firmados por el gobierno socialista de Maduro sin aprobación legislativa serían nulos e inválidos y que esa preocupación estaba disuadiendo a China y otros posibles proveedores de financiamiento de aumentar su apoyo.
En la última década, Venezuela recurrió a China en busca de financiamiento a cambio de petróleo.
The Inter American Dialogue, grupo de investigación con sede en Washington, calculó que China le prestó al país unos $65 mil millones entre 2007 y 2015.
Se calcula que Venezuela le deberá a China $18 mil 900 millones a fin de año, según Barclays Capital Inc.