La industria aérea regional enciende sus motores con alianzas y negociaciones estratégicas para abordar los nuevos tiempos que se avecinan, con expectativas optimistas de un crecimiento de 5% anual en la demanda de pasajeros en las próximas dos décadas. Pero también valora con prudencia un horizonte económico y político volátil, más el reto de que se acometan a tiempo las inversiones en infraestructura urgidas por el sector.
Se calcula que la región requerirá obras por más de $50 mil millones para poner modernizar la infraestructura aeroportuaria, según un estudio de CAF Banco de Desarrollo de América Latina.
“Ya sabemos de obras en inversión por $12 mil millones. Pero hace falta más esfuerzo y que se ejecuten las adecuaciones de nuevos aeropuertos. Más pistas y reordenamiento del espacio aéreo en muchos países, con lo cual están pendiente obras en la región por $38 mil millones en los próximos años”, expresó el director de la Asociación Latinoamericana y del Caribe de Transporte Aéreo (ALTA), Luis Felipe de Oliveira.
La industria aérea cifra en 457 millones de personas el volumen de pasajeros adicionales que pueda llegar a movilizarse en la región en 20 años, según revela Péter Cerdá, vicepresidente de la IATA (Asociación Internacional de Transporte Aéreo) para la región. De esta manera se llegaría a cerca de 800 millones de viajeros, si se tiene en cuenta que el tráfico el año pasado fue de más de 318 millones de personas.
Entre enero y agosto de este año se desplazaron en avión a través de Latinoamérica y el Caribe, sumando rutas domésticas e internacionales, más de 204 millones de pasajeros.
“El 2018 cerró con más de $30 mil millones en ingresos para la industria aérea regional, que apunta más de 1,900 aeronaves en servicio. Representamos ya el 8% de la aviación mundial. La industria genera 3% del producto interno bruto de la región, sin embargo no todo ha sido fácil. La ganancia proyectada para 2019 es de 0.50 centavos de dolar por pasajero. Hay mucho camino por recorrer para que en la parte financiera seamos más estables, como ya lo somos en conectividad y en servicio”, dijo Pedro Heilbron, CEO de Copa Airlines. Preside además la junta directiva de ALTA, el gremio de las aerolíneas regionales que organizó el foro “Líderes de la aviación” en Brasilia.
Los retos que enfrenta el sector son altos costos de operación, como el combustible, que pesa un 30% en la estructura de funcionamiento; la falta de infraestructura y los riesgos de nuevas regulaciones en la región.
Unir esfuerzos
En medio de este panorama el mapa de conexiones del transporte aéreo en Latinoamérica sigue en crecimiento con 252 nuevas rutas abiertas este año.
Los grandes jugadores del mercado regional son Latam Airlines, Avianca, Copa Airlines y Aeroméxico. No solo han fortalecido sus flotas y creado nuevas rutas o simplificado algunas, para hacerse más eficientes y rentables, sino que han buscado alianzas y negocios estratégicos para una nueva configuración en la industria que les permita volar con más libertad.
La negociación más reciente fue la de Delta. Compró el 20% de las acciones de Latam Airlines. Es una noticia que sorprendió incluso a los propios protagonistas de la industria y que dejó sin efecto una larga espera por la aprobación de la alianza entre American Airlines y Latam Airlines.
Copa Airlines, Avianca y United Airlines, por su parte, anunciaron hace un año una alianza estratégica que está a la espera aun de varios trámites y que podría agregar un cuarto socio, la aerolínea Azul S.A., de Brasil, según se dejó ver hace pocos días en una nueva jugada por abarcar el mayor mercado aéreo de la región.
“Estábamos platicando con Azul y estamos viendo qué podemos hacer con ellos. Añadir una cuarta aerolínea creemos que sí es posible, pero es complicado: tenemos que negociar muy bien con las cuatro”, apuntó Anko Van Der Werff, CEO de Avianca.
Solo Brasil representa 123 millones de pasajeros al año y se alista para mover en 5 años unos 200 millones de personas. Para ello anuncia una agresiva política dirigida a atraer inversión extranjera al sector aéreo, que debe apreciarse en construcción de más aeropuertos y en el otorgamiento de concesiones aeroportuarias a jugadores privados, además de la reciente rebaja de impuestos al combustible.
Amos del aire
Sentados en un mismo escenario junto a figuras de la actividad áerea, los CEO de las principales aerolíneas, como Pedro Heilbron de Copa Airlines, Andrés Conesa de Aeroméxico, Enrique Cueto de Latam y el debutante en el panel, Anko Van Der Werff —asumió en julio las riendas de una Avianca en reestructuración financiera—, analizaron los desafíos que enfrenta la industria y la región.
Coincidieron en que el mercado regional se vuelve interesante y valoraron su resiliencia ante la crisis en varias partes. Ponderaron que la industria crece el doble y por lo tanto hay suficiente espacio para crear más demanda. Y se mostraron de acuerdo en que los nuevos competidores y las alianzas hacen de las conexiones aéreas un campo fértil para los negocios.
“Las intensiones de las tres aerolíneas (Copa, United y Avianca) es seguir por ese camino de alianza, con el acuerdo de negocio conjunto o el JBA ( joint business agreement ); presentar las autorizaciones que serán ya el proximo año; y ahora, con lo que ocurrió con Delta y Latam y el acuerdo de Aeroméxico con Delta, tiene más sentido para nosotros la necesidad de tener un acuerdo que genere un balance competitivo para la región”, acotó Heilbron.
El momento por el que pasan algunos competidores no es el mejor, pero luchan por crear no solo ese balance, sino sanear sus finanzas y volar más ligeros, como el caso de Avianca. “La posición estratégica de Bogotá y Avianca no ha disminuido por esas otras alianzas entre aerolíneas. Lo que pasa en el mundo con las alianzas no es el futuro, es el presente en el mercado y esperamos tener el acuerdo [con Copa y United] para el primer trimestre de 2020”, anticipó Anko Van Der Werff. Y añadió que la aerolínea colombiana toma impulso para crecer de nuevo.
Enrique Cueto, CEO de Latam Airlines, quien entregará la batuta a Roberto Alvo Milosawlewitsch, actual vicepresidente comercial de la aerolínea chilena brasileña en 2020, explicó que al imposibilitarse el acuerdo con American Airlines por restricciones de la Corte Suprema de Chile, la junta directiva de la compañía pidió buscar otras opciones, y así se presentó la oportunidad de la negociación con Delta.
“Nos hicieron una oferta dificil de igualar. Para nosotros fue doloroso dejar nuestro acuerdo con American Airlines, un excelente socio. Este acuerdo coloca a la compañía con una oportunidad de largo plazo, extraordinaria. Y parte de la transacción fue que ellos comprarían los aviones A350 que teníamos pedidos”, explicó Cueto.
Sostiene que el esfuerzo de las aerolíneas de la región se ve compensado cuando surgen estos acuerdos internacionales que ponen a la industria latinoamericana en otro estadio para ser referencia en el mundo.
American Airlines por su parte se refuerza y reconfigura su estrategia con más operaciones desde su base regional en Miami hacia la región.
José Freig, director general de esa aerolínea para la región, sostiene que el acuerdo entre Latam y Delta representa una competencia sana para el mercado y revela que siguen analizando la opción de buscar socios. “Nos sentimos positivos de nuestro futuro en América Latina donde tenemos más de 50 destinos. Con el anuncio de Latam y Delta, nosotros, un poco más agresivamente, seguimos haciendo esa evaluación [de buscar socios]”, expresó Freig.
El otro eje de desarrollo es México. Andrés Conesa, CEO de Aeroméxico, precisó que la conectividad es fundamental en la región, de allí que se requiere de la unión de fuerzas entre gobiernos, reguladores y aerolíneas.
“Que haya diálogo y más entendimiento de lo que se quiere hacer para adelante. Tenemos en la región aerolíneas del primer mundo que aportan a la economía.
Enrique Cueto advierte que mientras se fortalecen las aerolíneas, mejoran sus servicios y crean más oportunidades para los pasajeros, surge el temor de que la industria se vea afectada en la región por nuevas regulaciones que pueden trastocar la libertad de viajar.
“Normas y reglas que se van a querer aplicar producto del populismo, que creen que va a beneficiar al pasajero, y la realidad es que lo afectarán. Debemos cuidar la industria aérea que genera empleo e invierte en flota de aviones. Hay muchos problemas como el costo del combustible y otros factores. El populismo y sobretodo ahora que hay problemas en Perú, en Ecuador, en Chile y en Venezuela, debemos cuidar a la industria”, advierte.
Con lo que coincide Anko, de Avianca, al precisar que se necesita una coordinación entre autoridades, aerolíneas y empresas para que el sector impulse aun más la economía de los países. “En la región, Panamá lo ha hecho bien. Es un triángulo empresas, gobierno y aerolíneas”. Pedro Heilbron, sin embargo, advierte que el crecimiento está sobrepasando la capacidad de la infraestructura y que no hay que descuidarse.
“En Panamá, el crecimiento de la aviación llegó a su capacidad [máxima], estamos en la raya. Si no se reordena el espacio aéreo, no puede aprovecharse”.
A pesar de los desafios políticos y económicos, el despegue de la industria aérea en América Latina es indetenible.