Los miembros del consejo de gobierno del Banco Central Europeo estuvieron básicamente de acuerdo en que el próximo paso para el organismo será reducir la compra de bonos y abordaron cuatro alternativas, dijeron dos fuentes con conocimiento directo de las discusiones.
Aunque no se descartan otros escenarios, las posibilidades discutidas por el BCE incluyeron recortar las compras de activos a 48 mil millones de dólares mensuales, desde el actual monto de 72 mil millones de dólares, con la opción de extender el programa en entre seis y nueve meses, dijeron las fuentes, que pidieron no ser identificadas.
Cualquier decisión, que posiblemente se tomaría en octubre, debería estar respaldada por un amplio consenso, añadieron. Una de las fuentes sostuvo que las autoridades del BCE desean evitar las discrepancias públicas que se produjeron por resoluciones anteriores, cuando jefes de bancos centrales nacionales e incluso algunos miembros del consejo ejecutivo del organismo criticaron públicamente las decisiones.
El BCE declinó hacer comentarios. De hecho, el gobernador del banco central de Alemania, Jens Weidmann, quien ha pedido por largo tiempo que el BCE empiece a retirar sus estímulos, adoptó un tono conciliatorio al respaldar la decisión de posponer el ajuste hasta octubre.
El avance de la inflación es lento y la incertidumbre sobre la senda de inflación futura es bastante elevada, dijoWeidmann, quien integra el consejo de gobierno del BCE.
Por esta razón, el consejo de gobernadores ha decidido esperar para evaluar la situación de política monetaria, declaró. La estrategia cautelosa plantea la posibilidad de que el BCE opte por eliminar de forma muy lenta el próximo año el alivio cuantitativo, diseñado para impulsar el crecimiento y la inflación, a pesar de la robusta actividad en la zona euro.