BT, el exmonopolio británico de las telecomunicaciones y el mayor proveedor de banda ancha del país, reducirá sus oficinas en Reino Unido desde los 300 emplazamientos actuales a apenas unos 30, mientras continúa con sus planes de dejar su sede de St Paul en Londres.
El nuevo jefe de BT, Philip Jansen, ha impulsado una importante reestructuración que inició su predecesor Gavin Patterson, mientras el operador busca pasar página a un escándalo contable y enfrenta múltiples presiones en su negocio.
La reorganización, que incluye 13 mil despidos, fue anunciada en mayo de 2018 y su objetivo es abordar problemas que van desde las críticas a su banda ancha de fibra óptica hasta el bajo desempeño de su negocio de servicios de tecnologías de la información. BT calificó el programa de reestructuración como “el mayor de su tipo” en Reino Unido.