Grupo BTG Pactual está comprando activos inmobiliarios con problemas a los bancos más grandes de Brasil a medida que las propiedades incautadas como garantía de préstamos incobrables se acumulan en sus balances.
BTG está en conversaciones para comprar hasta 600 millones de reales ($190 millones) en propiedades de prestamistas minoristas, bancos de desarrollo y compañías no financieras usando su propio capital, dijo Alexandre Camara, responsable de situaciones especiales de la firma, en una entrevista en la sede del banco en Sao Paulo.
“Si no podemos ponernos de acuerdo sobre el precio, podemos hacer un acuerdo de participación en los beneficios”, dijo Camara, que no quiso identificar compras específicas. BTG ya tiene 150 propiedades en dificultades, sostuvo.
Los prestamistas brasileños están incautando más garantías conforme el desempleo récord y el aumento de las solicitudes de quiebra corporativa dejan a muchos deudores sin capacidad para pagar sus préstamos.
Incautaciones
Los cinco mayores bancos del país tienen más de 8 mil 150 millones de reales ($2 mil 587 millones) en bienes incautados de deudores morosos, en su mayoría bienes raíces, de acuerdo con los estados financieros más recientes.
La cifra aumentó 67% respecto al año anterior.
Caixa Econômica Federal es la firma con más propiedades, con un valor de 3 mil 600 millones de reales (mil 143 millones de dólares) al final del tercer trimestre, o un 90% más que en el mismo período del año anterior, según su estado financiero más reciente.
Las cifras de Banco Santander Brasil SA, Banco do Brasil SA, Banco Bradesco SA e Itaú Unibanco Holding SA corresponden al cuarto trimestre.
“La recuperación de bienes raíces no es un negocio central para los bancos minoristas, que ahora son los mayores vendedores”, dijo Camara, y agregó que Enforce Gestão de Ativos SA, la empresa de recuperación de activos en dificultades que BTG compró a finales del año pasado, ya fue integrada al banco. La unidad utiliza tecnología que ayuda a resolver las responsabilidades legales de las propiedades y otros obstáculos para prepararlos para ser vendidas en forma correcta.
“Vemos muchas oportunidades y muy pocos inversionistas”, dijo Camara.
