Las ventas minoristas ingleses registraron la mayor caída trimestral en siete años durante los tres primeros meses de 2017, ya que el aumento de los precios desde el voto a favor del brexit el año pasado aumentó la presión sobre los consumidores, según datos oficiales.
La información provocó que la libra cayera luego de que las cifras fueron mucho más débiles de lo esperado.
Los volúmenes de ventas minoristas se contrajeron 1.4% en el primer trimestre tras un aumento del 0.8% en los últimos tres meses de 2016, dijo la Oficina Nacional de Estadísticas.
Se trata de la mayor caída trimestral desde el primer trimestre de 2010 y es probable que refuerce la opinión de muchos economistas de que el gasto de los hogares -el principal impulsor de la economía- se está desacelerando rápidamente.
Este deterioro puede ser una preocupación para la primera ministra Theresa May, quien inesperadamente anunció la semana pasada la convocatoria de elecciones anticipadas para fortalecer su mandato de cara a las conversaciones de los próximos dos años sobre la salida de Reino Unido de la Unión Europea.
Las familias están afrontando el aumento más rápido en los costos de vida en más de tres años y están conteniendo sus gastos rápidamente, dijo Richard Lim, director ejecutivo de la consultora Retail Economics.
“Estamos preocupados por las perspectivas para el sector minorista, dada la mezcla tóxica de los crecientes costos operativos y de abastecimiento en un contexto de mayor debilidad de la demanda de los consumidores y mayor incertidumbre política y económica”.