El Banco Central de Chile recortó ayer su estimación de inflación a un 2.4% este año y ajustó levemente su cálculo de crecimiento, por lo que mantendrá una política monetaria expansiva que podría profundizar si se demora la convergencia de los precios a la meta.
El presidente del instituto emisor, Mario Marcel, entregó al Senado el informe de política monetaria (IPoM) en el que bajó su proyección de inflación desde un pronóstico anterior del 2.9%. Para 2018 se pronosticó un 3%. Sin embargo, diversos factores, como la fortaleza mostrada por el peso chileno, pueden llevar a que la desaceleración de la inflación se intensifique o mantenga más que lo estimado.
Esas implicancias podrían afectar las expectativas de inflación de mayor plazo. “La inflación ha evolucionado por debajo de lo previsto”, dijo Marcel.
“Hacia adelante, se espera que la inflación subyacente fluctúe en torno a 2% hasta mediados de 2018, muy influida por los efectos de la mencionada apreciación reciente del peso, para retornar gradualmente hacia 3%”.
Aunque el Banco Central considera una mantención del actual impulso monetario, si algunos riesgos para la inflación se materializan y afectan la convergencia a la meta, “se requerirá una profundización de la expansividad de la política monetaria”. En el primer semestre, el organismo recortó en 100 puntos básicos la tasa de política monetaria (TPM) y los últimos meses la ha dejado estable en espera de que permee en los efectos de estas medidas en la actividad económica.
Con todo, Marcel enfatizó que “la política monetaria se mantendrá expansiva durante todo el horizonte de proyección”, aunque se introducirá una modificación a partir de 2018 en la frecuencia de las reuniones (a ocho desde 12 sesiones) en las que se decidirá el rumbo de la TPM.
En contraste con el débil crecimiento de la economía en la primera mitad del año, el jefe del autónomo organismo proyectó mayores tasas de crecimiento a partir del segundo semestre, apoyado en un escenario externo favorable, el fin del ajuste de la inversión minera y una política monetaria expansiva.
En un anticipo, la actividad se expandió un 2.8% en el séptimo mes, su mayor alza mensual en un año, pero Marcel admitió que agosto y septiembre podrían mostrar un desempeño algo más bajo ante una mayor base de comparación y menos días laborales.
“Estamos en una etapa del ciclo donde hay cierta volatilidad. Es posible que los Imacec [Indicador Mensual de Actividad] de agosto y septiembre sean algo menores”, dijo Marcel a periodistas.
Con todo, la entidad ajustó su proyección de expansión de la economía a un rango de 1.25% a 1.75% para este año, desde un cálculo previo de 1.0% a 1.75%.

