El crecimiento económico de China caería al 6.2% en 2019 desde 6.5% esperado para este año, ya que los vientos en contra aumentan debido a su disputa comercial con Estados Unidos, dijo el Banco Mundial.
La perspectiva del organismo internacional sobre el crecimiento económico de China en 2018, que sería el más débil en 28 años, se mantuvo sin cambios desde su pronóstico en abril.
Mirando hacia el futuro, el desafío clave de la política de China es administrar los vientos en contra relacionados con el comercio mientras se mantienen los esfuerzos para limitar los riesgos financieros, dijo el banco en su última evaluación sobre la segunda mayor economía del mundo.
El consumo seguirá siendo el principal motor de la economía de China, ya que un crecimiento crediticio más débil ejerce presión sobre la inversión, mientras la desaceleración de la demanda mundial y unos aranceles estadounidenses más altos para los envíos chinos afectan las exportaciones del país, según el informe.
Para estimular la economía, la política fiscal podría centrarse en impulsar el consumo de los hogares en lugar de la infraestructura pública, dijo el Banco Mundial, que agregó que China tiene margen para bajar aún más los impuestos a las empresas.
El gobierno se comprometió a reducir los impuestos de manera más agresiva el próximo año, lo que generó un debate entre los economistas chinos sobre si Pekín debería aumentar su índice de déficit fiscal más allá del 3% el próximo año.
En los últimos meses, el gobierno ha lanzado una serie de medidas, que incluyen rebajas en los encajes bancarios para estimular los préstamos, recortes fiscales y políticas para acelerar los proyectos de infraestructura.
