Banco Panamá obtuvo una utilidad neta de $17.1 millones en su cierre fiscal anual del 30 de junio de 2019. La cifra representa un aumento de $2.9 millones o 20% comparado con los $14.2 millones de beneficio neto obtenido en el ejercicio anterior, según consta en los estados financieros consolidados de la compañía.
Banco Panamá completó el año con $1,327 millones en activos, un 7% más que en junio de 2018.
Guillermo E. Quijano
Banco Panamá.
La cartera de préstamos, el principal componente de los activos, se ubicó en $887 millones, un 5.6% más.
Las carteras de construcción (18%), comercio (18%) e hipotecaria residencial (11%) son las que más peso tienen en una cartera que también participa en sectores como la industria, la energía, los servicios o, el consumo o el sector agropecuario.
En el lado de los pasivos, el banco cuenta con un total de $956 millones en depósitos, un 6.2% más que el año anterior, y que representan el 84% de la estructura de fondeo de la entidad. El resto procede de títulos emitidos en el mercado, como bonos y valores comerciales negociables, y de financiamientos con entidades internacionales.
“Con el complejo ambiente regulatorio y de mercado existente, nos trazamos el reto de continuar creciendo con prudencia y asertividad”, según consta en una carta incluida en los estados financieros firmada por Guillermo E. Quijano, presidente de Banco Panamá, y Ramón Chiari, vicepresidente ejecutivo y gerente general de la entidad.
El pasado 31 de mayo se concretó el acuerdo por el que Banco Panamá será vendido a Banco Aliado.
La transacción, que está pendiente de aprobación por parte de la Superintendencia de Bancos de Panamá, se podría cerrar a finales de agosto o principios de septiembre y después comenzaría la integración.
Alexis Arjona, presidente ejecutivo de Banco Aliado, señaló que “el proceso está bastante adelantado y planificado con equipos conformados en ambos bancos”.
Se espera que el proceso de integración concluya entre los meses de enero y febrero de 2020.