Grupo Mundial Tenedora obtuvo una utilidad neta de $12.1 millones en 2017, cifra que representa una disminución de $4.5 millones al compararse con el año anterior.
El descenso en los beneficios fue provocado por eventos no recurrentes, como la venta de tres activos que el grupo consideraba no estratégicos.
En la asamblea general de accionistas, celebrada la semana pasada, se declaró un dividendo de $0.30 por acción común, monto inferior al ejercicio anterior.
La estrategia Grupo Mundial es convertirse en un holding meramente bancario, con su banco Banvivienda como principal activo. El grupo todavía tiene $17 millones en otros activos no estratégicos que está liquidando, señaló a este diario Fernando Lewis, presidente ejecutivo y tesorero de Grupo Mundial.
Lewis dijo que en los dos últimos años el sistema bancario ha crecido menos que los años anteriores, algo que obliga a los bancos a buscar alternativas estratégicas para lidiar con una tendencia de desaceleración.
El mercado exterior se ha visto afectado por el caso de la firma de abogados Mossasck Fonseca y por la adopción de mecanismos de intercambio automático de información financiera, como Fatca con Estados Unidos y el Estándar de Reporte Común de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico. “El nivel de depósitos de extranjeros como porcentaje del total de depósitos del sistema hoy en día es menor que hace unos años”, apuntó Lewis.
Mientras tanto, los depósitos locales crecen, pero lo hacen a un ritmo menor que años anteriores y hay una gran cantidad de bancos que compiten por captarlos.
Además, la presión regulatoria es cada vez mayor y genera más gastos en la parte operativa. “Los banqueros debemos tener la mente abierta para ver cómo mantenemos la eficiencia operativa y la rentabilidad de los bancos”, apuntó.
Desempeño del banco
En 2017, Banvivienda logró una utilidad neta de $17 millones, lo que significa una reducción de 6% respecto al ejercicio anterior.
Juan De Dianous, vicepresidente ejecutivo y gerente general de Banvivienda, explicó que la merma en la utilidad se debe a que en 2017 se fortalecieron las provisiones por unos $3.5 millones, a que la tributación fue superior por el incremento de los ingresos y a un menor rendimiento de las inversiones en valores luego de haber reducido el monto invertido y haber modificado la colocación hacia activos de duración más corta, con mejor calificación de riesgo y, por tanto, de menor rendimiento. “Cuanto mayor es la calidad de la inversión, el rendimiento es menor”, explicó.
En lo que se refiere al desempeño propio del banco, la utilidad operativa se ubicó en $25.1 millones, cifra que representa un incremento de 16.3% al compararse con 2016.
El resultado se sustenta en un aumento en los ingresos por intereses y comisiones y en el control de los gastos.
“No nos estamos enfocando en ser el más grande, sino en ser un banco rentable, cuyos ingresos sean repetitivos, predecibles y sostenibles en el tiempo. Y eso nos lo da la cartera de préstamos”, apuntó De Dianous.
El total de activos del banco al 31 de diciembre fue de $1,837.7 millones, lo que representa un aumento de 3.5% al compararse con el cierre de 2017.
La cartera de préstamos, el principal componente de los activos, se ubicó en $1,341.6 millones, 6% más.
El banco enfoca su estrategia de colocación de préstamos en cuatro segmentos: hipotecarios residenciales, tanto preferenciales como no preferenciales; en el sector agropecuario, donde el banco copa el 17% del mercado de préstamos si se excluye la participación de los bancos estatales; préstamos interinos de construcción, segmento en el que financia 56 proyectos de construcción de viviendas unifamiliares en el sector medio de la economía; y la banca comercial también en el sector medio.
El banco, que recibió un aumento de calificación de riesgo local de A (pan) a A+(pan) por parte de Fitch Ratings, espera mantener un ritmo de crecimiento orgánico sostenido por la demanda existente en los cuatro principales nichos de negocio en los que se desempeña.