La Bolsa de Tokio está preocupada de que Japón pase al lado oscuro. Tsuyoshi Otsuka, jefe global de estrategia del mercado accionario para la bolsa, está tratando de persuadir a los reguladores para que vean el creciente uso de plataformas privadas conocidas como dark pools o fondos oscuros como una amenaza a la estabilidad.
Otsuka estima que el valor total de las transacciones en estos lugares fue cercano a 5% a finales del año pasado, pequeño en comparación con otros mercados desarrollados, pero casi el doble de su participación en 2011.
TSE, que domina la negociación de valores en Japón, es el operador de bolsa más reciente en protestar por el creciente uso de los dark pools, con el fin de eliminar a posibles rivales ofreciendo sus argumentos sobre lo que es mejor para los inversionistas.
Las bolsas en Estados Unidos y Europa han pedido a los reguladores que examinen dichas plataformas, aunque con un éxito limitado. “Es un reflejo de cómo los participantes del mercado se han vuelto cada vez más conscientes sobre si están obteniendo el mejor trato”, dijo en una entrevista Sadakazu Osaki, jefe de investigación para la dirección estratégica en Nomura Research Institute Ltd. en Tokio. “Querrán que los grandes pedidos sean atendidos lo más rápido posible con un impacto mínimo en el mercado”.
Los dark pools surgieron en la década de los 80 en Estados Unidos como una forma de que los administradores de dinero intercambiaran grandes bloques de acciones sin revelar sus intenciones. Pero aunque los reguladores estadounidenses han abierto su mercado de valores, que ahora incluye 12 bolsas públicas y docenas de fondos oscuros: Japan Exchange Group Inc., matriz de TSE, representa hasta 90% del comercio interno total, según Otsuka.
Es en ese contexto que Otsuka intenta que la Agencia de Servicios Financieros (FSA, por sus siglas en inglés) tome medidas, hasta ahora sin éxito, a pesar de que sus colegas formaron parte de un grupo de trabajo reciente con funcionarios de la FSA que pidió reglas sobre el comercio en estas plataformas. Otsuka cree que la porción de valor de los dark pools en Japón podría subir a 7% en cinco años, y agregó que no hay suficientes normas vigentes.