El presidente Jair Bolsonaro, un excapitán del Ejército, deberá tomar una decisión difícil en los próximos días: si incluir a sus antiguos hermanos de armas en una dolorosa reforma del sistema de seguridad social de Brasil.
Bajo el argumento de que todos los brasileños deben hacer un sacrificio, su equipo económico propondrá que las fuerzas armadas también sufran una reducción en sus beneficios de pensión, según dos personas familiarizadas con el plan.
Los oficiales militares actualmente disfrutan de un sistema de pensiones aparte y más generoso, y durante mucho tiempo se han opuesto a cualquier cambio.
Su inclusión en una reforma radical del insostenible sistema de seguridad social de Brasil podría ser un factor determinante para el éxito del plan. Al imponer austeridad a sus antiguos colegas del Ejército, Bolsonaro podría ganar legitimidad para exigir un sacrificio similar de otras categorías.
Eximir a las tropas podría incitar a otros funcionarios públicos, como la Policía, a excluirse también. Una revisión de las pensiones es crucial para que el Gobierno organice las cuentas públicas. Se espera que Bolsonaro reciba esta semana diferentes opciones de reforma del ministro de Economía, Paulo Guedes.