La economía de Brasil se contraería este año, pero el país podría retornar a la senda de crecimiento en 2016 si tiene éxito con sus medidas de austeridad para mejorar la confianza de los inversores, anunció el Fondo Monetario Internacional (FMI).
El FMI bajó su previsión para el desempeño de Brasil en 2015 a una contracción del 1%, desde un crecimiento del 0.3% prevista en enero, debido a políticas fiscales y monetarias más duras y una menor inversión por parte de la petrolera estatal Petrobras.
El prestamista multilateral dijo que los ajustes fiscales son claves para que Brasil vuelva a obtener la confianza de los inversores e impulsar el crecimiento en los años siguientes.
“La determinada implementación de estas medidas debería ayudar a restablecer la confianza e impulsar una recuperación en el crecimiento y la inversión a su debido momento”, aseguró el FMI en un comunicado de prensa al término de las consultas sobre el estatus financiero y económico de la mayor economía de América Latina.
Enfrentado a una inminente recesión, la presidenta Dilma Rousseff se ha embarcado en un agresivo movimiento para recortar el gasto público y elevar los impuestos para equilibrar las pesadas cuentas del Gobierno.