Puede que el Gobierno de Brasil esté ansioso por controlar el gasto público, pero sus líderes empresariales no tanto.
Después de un mes de retrasos, los legisladores nuevamente aplazaron esta semana la votación de un proyecto de ley para eliminar exenciones de impuestos sobre nóminas y recaudar los fondos que tanto necesita el Gobierno.
No solo los legisladores están cada vez más centrados en las elecciones generales de octubre.
Tras bambalinas, los sectores de manufactura, agricultura y de vestuario de Brasil están presionando a los legisladores para evitar un aumento de impuestos, ya que muchos todavía sufren las consecuencias de la peor recesión de que se tenga registro.
Mientras el gobierno del presidente Michel Temer está intentando conseguir el efectivo para cubrir el enorme déficit fiscal del país, grupos de presión de la industria advierten que la eliminación de la exención fiscal provocaría aumentos de costos, despidos y la caída de la inversión.
Los diputados del Congreso justifican aplazar la medida argumentando que hay poco apetito por una legislación que en la práctica equivale a un aumento de impuestos.
Si está sacando más dinero de su bolsillo para dárselo al Gobierno, entonces sí es un aumento de impuestos, dijo Nilson Leitao, líder del partido proempresarial PSDB, en una entrevista.
El estancamiento del proyecto de ley es una señal de una mayor erosión de la agenda legislativa de Temer antes de la carrera legislativa, para gobernadores y presidencial. Marcos Montes, un diputado del partido PSD de centroderecha, dijo que el Congreso no está de humor para votar por nada que pueda impactar en el resultado de las elecciones de octubre. Tanto Leitao como Montes dijeron que fueron presionados extensamente sobre el tema.