En la mayor parte del mundo, comprar productos con una tarjeta de crédito con chip es algo de rutina.
Dado que llegaron tarde a los chips tras décadas de pasar tarjetas con banda magnética, a los estadounidenses les resulta mucho más difícil. Al aproximarse a la caja, siempre aparece la pregunta: ¿pasar o insertar? Si hay una lectora de chip que funcione —y en muchos casos aún no es así— se inserta la tarjeta y luego… se espera durante un tiempo impredecible mientras se observa una pantalla.
Es probable que, con impaciencia, se retire la vista justo cuando la transacción por fin se concreta, o que no se advierta la indicación que se desplaza de “No retire su tarjeta” a “Retire su tarjeta”. Por último, se nos puede indicar que retiremos la tarjeta por medio de un sonido desagradable e insistente que parece comunicar que se ha hecho algo mal.
Es una experiencia irritante, y las compañías de pagos son conscientes de los problemas. “En algunos lugares todo es fluido y placentero”, dijo Robert Martin, vicepresidente para América del Norte de soluciones de seguridad de Ingenico Group, la segunda mayor firma de terminales de pago de Estados Unidos.
“En otros lugares, no tanto. Pero estamos aprendiendo”. Por desgracia, no hay soluciones fáciles. Para conectarse a redes de tarjetas, las firmas minoristas usan una innumerable serie de proveedores de software y procesadoras de pagos.
Los pagos también pueden conectarse a más de una decena de otras aplicaciones que controlan las operaciones en comercios, desde cupones hasta inventario.
Si no está perfectamente configurada, esa red de sistemas y vendedores puede desacelerar mucho las transacciones con chips.
“No queremos que haya que esperar más de tres segundos”, dijo Valli Lakshmanan, jefe global de marketing y diseño de experiencia de Verifone, la mayor compañía fabricante de terminales de pago de Estados Unidos. “Pero todos tenemos que unirnos para hacerlo posible”. Tanta complejidad significa que instalar un sistema de chip, o hasta agregar una simple mejora de software puede llevar meses. Verifone ha incorporado nuevos sonidos y opciones visuales para sus terminales, pero Lakshmanan estima que los consumidores no empezarán a verlos hasta el otoño (boreal).
La experiencia de los clientes con las tarjetas con chips debería mejorar de forma gradual, paso a paso, a medida que los sistemas se hagan más estandarizados, dicen los especialistas del sector.