C. K. Prahalad fue sin duda uno de los grandes pensadores de la gerencia y su aporte al pensamiento estratégico de negocios y una mejor sociedad fue visionario.
Él fue pionero en introducir conceptos tales como la riqueza es la base de la pirámide y decía a los empresarios que el problema no era que los pobres no tuvieran dinero, sino que las empresas no hacían productos que estuvieran a su alcance.
A partir de este postulado empresas como Univeler, P&G o Microsoft se volcaron a producir productos a la medida de poblaciones con bajo poder adquisitivo.
Fue Prahalad quien abrió los ojos a un gran mercado desatendido.
Los pobres le interesaban como microconsumidores, microproductores y microinnovadores. Son más de 5 mil millones de personas a escala global que tienen el potencial para cambiar el entorno en el que vivimos.
El enfoque, decía Prahalad, es dejar de pensar en ellos como sujetos pasivos, necesitados del proteccionismo gubernamental; refractarios al uso de las tecnologías e incapaces de organizarse para generar riqueza o mejorar su calidad de vida.
Fue autor de varios best sellers, algunos junto a otro visionario de nuestra era, Gary Hamel. Prahalad fue nombrado en 2008 y 2009, según la influyente publicación The Times de Londres, como uno de los gurús de la gerencia del mundo y fue referente en otros temas como el combate a la pobreza, la colaboración entre grandes empresas y las organizaciones no gubernamentales.
Su best seller El futuro de la Competencia aún está vigente e introdujo en su momento un concepto poderoso que pocos entienden cómo aplicar en la actualidad.
Para este gurú de la India que hizo su carrera en Estados Unidos el eje de pensamiento ya no pueden ser las empresas ni sus productos, sino los clientes, pues son ellos los que participan activamente en la creación de los productos o servicios que desean consumir.
Esto hoy parece obvio, pero en 2004, cuando publicó este libro, no lo era tanto y la mayoría de las empresas seguían viéndose el ombligo.
Este concepto naciente en la década pasada llamado cocreación (creación compartida) planteaba varios ejes de pensamiento.
1.- El valor se crea donde se produce intercambio. 2.- El valor se crea conjuntamente entre el consumidor y la empresa.
3.- El valor es inherente a la experiencia y el talento humano. Los productos y servicios portan la experiencia.
4.- La cadena de valor implica redes de experiencia.
5.- Capacidad para incorporar las próximas prácticas… no las mejores prácticas.
6.- Posibilidad de establecer vínculos. Diálogo con los clientes y la sociedad. 7.- La tecnología como herramienta para crear entornos de experiencias.
En términos simples, se entiende la cocreación como un proceso en el cual los consumidores y potenciales clientes se involucran y pueden colaborar con los productores y/o vendedores en la creación, mejora y/o modificación de un bien o servicio, existente o por salir al mercado.
También amplía su alcance para establecer acuerdos de creación compartida entre empresas con culturas, agendas e intereses comunes. La cocreación es también la base de la economía colaborativa que hoy está tan en boga con los Uber y Airbnb de nuestro mundo.
Prahalad fue uno de los pensadores más influyentes de la gerencia moderna, su muerte en el año 2010 dejó un gran vacío, pero su legado sigue vigente. Su aporte a la gerencia, al marketing y el pensamiento estratégico ha sido invaluable, quebrantó los paradigmas tradicionales y creó una nueva visión que hoy muchas empresas están tratando de adoptar.
*El autor es consultor en comunicación estratégica