La nueva directiva de la Cámara Marítima de Panamá (CMP) solicitará a las autoridades gubernamentales que reactiven el astillero Balboa, que se encuentra paralizado desde hace meses.
El gremio, que agrupa a más de 200 empresas del sector marítimo, renovó su junta directiva la semana pasada, con la escogencia de Nicolás Vukelja como presidente para el periodo 2019-2020. Patricia Velásquez estuvo al frente de la organización durante el periodo 2018-2019.
La nueva administración arranca casi a la par del gobierno electo, situación que se presenta como una oportunidad para ayudar a catapultar algunos de los objetivos que se propone a corto plazo la directiva del gremio marítimo.
“Lo primero que tengo en la agenda es conocer a las nuevas autoridades, entre ellas, la Autoridad Marítima, Aduanas, Migración y Canal”, dijo Vukelja, sectores con los cuales la industria marítima trabaja muy de cerca.
Nicolás Vukelja, presidente electo de la CMP.
La idea es que se reactiven las operaciones del astillero para atender las necesidades de la industria en el mantenimiento y reparación de buques.
El astillero Balboa lo administra la empresa Mec Shipyards desde 2012, cuando se adjudicó una concesión por 20 años. Sin embargo, desde hace varios meses las operaciones del astillero se mantienen casi paralizadas tras un daño en la compuerta del dique seco uno, el más grande que hay en la costa del Pacífico americano y que permite acomodar un buque panamax.
El desperfecto se presentó en uno de los sellos que funciona como bloqueo para impedir el paso de agua hacia el dique. Mec Shipyards ha señalado que este daño está fuera del control del consorcio para ser reparado.
No obstante, es un tema que debe definir la Autoridad Marítima de Panamá, que firmó el contrato como representante del Estado.
En caso de que se decida convocar a una nueva licitación, el presidente de la CMP dijo que le gustaría que se le permitiera a la organización participar como testigo de la licitación o lo que considere la autoridad.
Trayectoria
Desvío del negocio
Muchas embarcaciones que recibían servicios en ese astillero se están yendo a otros países de la región.
Es otra de las actividades que se pueden aprovechar para dinamizar la economía generando cientos de empleos locales, según aseguran analistas. Incluso, los expertos afirman que ya se debía estar impulsado la construcción de un astillero neopanamax para atender a los barcos que comenzaron a transitar por el Canal desde junio de 2016, con la apertura de la ampliación.
Además de todas las actividades conexas y negocios que genera un astillero, se emplea a soldadores, pintores, chapisteros, etc.
Vukelja también se propone darle seguimiento al proyecto de construcción del muelle para las industrias marítimas auxiliares, que se adelanta en Balboa. Espera que se logre construir un muelle similar en Cristóbal, provincia de Colón. Estos muelles son necesarios para que las empresas que forman parte de las industrias marítimas auxiliares puedan ofrecer el suministro de combustible, materiales, servicios técnicos, distribución de agua, alimentos, entre otros, a los buques que transitan por Panamá.