El índice de desempleo de España registró una caída récord en abril, pero la recuperación oculta una verdad incómoda: la mayoría de los nuevos empleos siguen siendo temporales y de corta duración.
Las solicitudes de subsidio de desempleo para el mes, publicadas el jueves pasado, cayeron en cerca de 129 mil personas, lo que lleva el número total de españoles desempleados a 3.6 millones frente a un máximo 6 millones durante la crisis.
No obstante, si se observan más detenidamente, los datos apuntan a una debilidad persistente en el mercado de trabajo: los contratos temporales representan la gran mayoría de los nuevos puestos de trabajo, en lugar de contratos permanentes que suelen estar mejor pagados y ofrecen más estabilidad.
Del total, más del 90% de los nuevos empleos eran temporales, incluyendo trabajos estacionales que desaparecen después de las vacaciones de verano y contratos a tiempo parcial que suelen asumir personal que querría trabajar más horas.
Algo menos del 6% fueron contratos permanentes y a tiempo completo. “El trabajo temporal en España es superior a la media europea”, dicen los expertos.