Los últimos años la economía panameña ha sufrido importantes cambios, sumado a las fuerzas competitivas externas, las fusiones y adquisiciones, los ajustes en los modelos de negocio y reorganizaciones, entre otros procesos que impactan a las empresas y su statu quo.
La entrada al país de un número importante de organizaciones y empresas multinacionales a través de leyes especiales, como la Ley 41 de 2004 para Panamá Pacífico; la Ley 41 de 2007 que abre la puerta para atraer empresas sedes multinacionales, o la Ley que ampara a la Ciudad del Saber, constituyen legislaciones avanzadas y modernas muy exitosas, que a su vez han cambiado la configuración de la actividad empresarial en el país, incorporando más y mejores prácticas gerenciales, transferencia tecnológica, desarrollo del talento humano y una mayor competencia.
También es de dominio público los procesos de fusiones y adquisiciones en el último año de importantes empresas nacionales de larga tradición y la creación de nuevas empresas por parte de nacionales y extranjeros que compiten en nichos específicos. La regla de nuestro tiempo es que ya no hay permanencia en las estructuras organizacionales ni en las realidades del entorno competitivo, sino que están en permanente cambio.
Todas las organizaciones, independientemente de su naturaleza o tamaño, empresas privadas, instituciones públicas, oenegés o multilaterales enfrentan un entorno cada vez más complejo, con mayores presiones de la sociedad en materia de transparencia, nuevos marcos regulatorios y exigentes retos para la competitividad, que implican apertura al cambio e innovación constante.
Por ello, la gestión del cambio en las organizaciones será uno de los procesos más importantes para este año 2019. Se trata de mover a la organización de un estado “A” a un estado “B” y lograr el compromiso de la gente. La gestión del cambio busca crear las condiciones favorables y generar conocimiento, confianza, comprensión y aceptación del proceso evolutivo por parte de los colaboradores y grupos de interés, como una condición para crecer y competir.
La mayoría de los procesos de gestión del cambio son afectados y fallan por falta de comunicación interna. De allí que todo proceso de cambio debe contar con una clara y consistente estrategia de comunicación, que permita orientar a la gente por el camino de la transformación organizacional. La comunicación es la brújula que guía a las personas para afrontar los nuevos retos y las nuevas realidades. Sin comunicación efectiva, el cambio será lento, ineficiente e improbable.
El autor es consultor en comunicación estratégica.