La empresa de cruceros estadounidense Carnival Corp dijo ayer que podría retrasar su viaje inaugural a Cuba previsto para el 1 de mayo, a menos que las autoridades del Gobierno de la isla permitan a los barcos de su compañía operar con las mismas regulaciones que las aeronaves procedentes de Estados Unidos.
Los estadounidenses de origen cubano no pueden visitar la isla por mar debido a una ley cubana que se remonta a la época de la Guerra Fría y por lo tanto se les impide unirse a los cruceros de la compañía Carnival a La Habana.
Las personas nacidas en Cuba, en cambio, pueden viajar a la isla en avión.
El mes pasado, la empresa con sede en Miami, Florida, dijo que era el primer operador de cruceros aprobado para navegar a Cuba en más de 50 años.
Sin embargo, la compañía no tiene permitido transportar a estadounidenses de origen cubano, según una regulación del Gobierno comunista.
El secretario de Estado estadounidense, John Kerry, dijo el jueves pasado que “Carnival no debe discriminar” y pidió a Cuba un cambio de regulación.

