El centro bancario internacional generó una utilidad neta de $606 millones en los cuatro primeros meses del año, cifra que representa un aumento de 5.8% o $34 millones en comparación con los $572 millones de ganancias registrados en el mismo período del año anterior.
La Superintendencia de Bancos de Panamá señaló en el Informe de actividad bancaria correspondiente al mes de abril que el resultado se explica por el aumento neto de intereses, que creció 6.3% hasta $863 millones, y una caída en los gastos generales, que pasaron de $874 millones en el período enero-abril de 2016 a $825 millones en los primeros meses de este año.
El regulador destaca que “la mayoría de las entidades están inmersas en procesos de ganancias de eficiencia y de racionalización de recursos, algo que debería dar lugar a incrementos de rentabilidad durante el año”.
Por su parte, el sistema bancario nacional —denominación que incluye solamente a los bancos con operaciones locales— registró una utilidad de $453 millones, 9.3% más que en el mismo período del año anterior.
Al aumento de los ingresos por intereses (crecieron 6.1% hasta $780 millones) contribuyó la política de diversificación de productos y servicios. Además, varios bancos de la plaza han aplicado ajustes al alza en las tasas sobre los préstamos concedidos a sus clientes.
La generación de resultados ha permitido a los bancos “seguir reforzando su posición de solvencia, lo que les permite cumplir holgadamente los requerimientos regulatorios con estándares que alcanzan casi el doble de los mínimos requeridos”, apuntó el regulador.
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En lo que se refiere al balance de situación, los activos del centro bancario internacional llegaron en abril a $118,063 millones, 0.2% o $235 millones más que un año antes.
En el sistema bancario nacional, por su parte, los activos totalizan $98,634 millones, 0.4% o $376 millones más que el año anterior.
La cartera crediticia, el principal componente de los activos, ascendió 2.5% para un total de $63,808 millones, mientras que los activos líquidos se redujeron 9.5% hasta $14,412 millones.
La cartera de crédito local al sector privado se ubicó en $49,043 millones, 9.3% o $4,168 millones más que el año anterior.
Los sectores más dinámicos fueron el hipotecario, que creció $1,323 millones o 9.6%; consumo personal, que registró un incremento de $1,143 o 12.2%; y construcción, que aumentó $1,033 millones o 18.8%.
También marcó un aumento importante en términos relativos la industria, cuya cartera creció 16.8%.
En el lado de los pasivos, los depósitos decrecieron ligeramente tanto en el centro bancario internacional ($156 millones o 0.2% menos) como en el sistema bancario nacional ($80 millones o 0.1%).
El secretario general de la Superintendencia de Bancos de Panamá, Gustavo Villa, señaló a este diario que en abril se produjo un movimiento interbancario importante de un banco de origen asiático, lo que significó que fondos que estaban depositados en Panamá se trasladaran a su casa matriz como parte del manejo de tesorería del banco.
Más allá del movimiento puntual registrado en abril, desde hace meses se viene registrando una disminución en el ritmo de crecimiento de los depósitos.
Villa dijo que localmente hay un crecimiento menor en los últimos años, y aunque este año los datos macroeconómicos reflejan un cambio de tendencia , “ha habido un ligero desfase entre el entorno económico y la captación de depósitos”.
Por su parte, el presidente de la Asociación Bancaria de Panamá, Carlos Troetsch, señaló que este escenario de mayor crecimiento de los préstamos que de los depósitos, “no es el ideal. Querríamos tener el movimiento de los depósitos con un ritmo similar al crecimiento de los préstamos”.
A su juicio, el depósito interno sigue creciendo, mientras que el externo “ha sufrido un poco”, en parte por la disposición de Panamá de intercambiar información financiera, aunque reconoció que el impacto de esta medida es inferior al esperado.
También se habría producido una merma en la captación de depósitos externos por la situación económica de los países de América Latina, que son los principales depositantes externos de los bancos de la plaza.
Villa compartió la visión sobre el efecto de la debilidad económica de los principales clientes del centro. No obstante, dijo que hasta el momento “no tenemos suficiente evidencia” sobre el impacto provocado por el intercambio de información con otros países.