El estímulo monetario a la debilitada economía de Chile no debería ser mucho mayor que llevar la tasa referencial al 2.5%, dijo el vicepresidente del banco central de Chile, Sebastián Claro, citado ayer por un diario local.
Para dar un mayor impulso a la deprimida economía, el banco central ha recortado en tres ocasiones este año su tasa de política monetaria (TPM) -actualmente en 2.75%- y mantiene aún abierta la puerta a una baja adicional, ante una inflación bajo control.
“Ir más allá de una tasa en 2.5% requeriría una desviación del escenario base que hoy no se observa”, dijo Claro al diario La Tercera.
Además, afirmó que no ha cambiado nada sustantivo en el escenario como para modificar la perspectiva de crecimiento de entre 1% y 2% para este año y de ahí mejorar de forma gradual.
“Pensamos que la economía tiene capacidad para converger a su crecimiento tendencial de acá a dos o tres años”, explicó.
El Gobierno y del banco central esperan una recuperación gradual de la actividad minera y de otros sectores exportadores en lo que resta del año.