El Banco Central de Chile dejó estable ayer la Tasa de Política Monetaria (TPM) en 2.50%, como esperaba el mercado, pero admitió que los riesgos de una convergencia más lenta de la inflación a la meta podrían impulsar un mayor estímulo monetario.
La decisión de mantener la tasa de interés clave en el último mes de 2017 se enmarca dentro de un ciclo de política monetaria expansiva, luego de que en la primera mitad del año el instituto emisor redujo la TPM en 100 puntos básicos.
En su comunicado, el consejo del banco reconoció que la inflación seguirá baja en el corto plazo, situación que podría demorar la convergencia de la medición anual hacia el 3.0%.
“Siguen presentes los riesgos de un retraso en la convergencia de la inflación asociados a la persistencia en su bajo nivel actual, por lo que de ser necesario, el Consejo adecuará oportunamente el impulso monetario”, dijo el banco central en un comunicado.
La visión del ente rector contrasta con los últimos pronósticos de los operadores y analistas que no contemplan una rebaja del tipo referencial en 2018.