El proyecto del Cinturón y Ruta de China no es una “herramienta geopolítica” ni provocará una crisis de deuda para las naciones participantes, pero Pekín agradece las sugerencias constructivas para aliviar las preocupaciones sobre la iniciativa, dijo el máximo diplomático del gobierno.
Pekín celebrará la próxima semana una cumbre del Cinturón y Ruta a la que asistirán 37 líderes extranjeros, incluidos algunos de los aliados más cercanos de China, aunque Estados Unidos ha sido crítico con el proyecto y solo enviará representantes de menor rango.
La Iniciativa del Cinturón y Ruta, su denominación formal, es una estrategia clave del presidente Xi Jinping y prevé reconstruir la antigua Ruta de la Seda para conectar China con Asia, Europa y más allá con un gran gasto en infraestructura.
No obstante, el plan ha sido recibido con polémica en muchas capitales occidentales, sobre todo Washington, que lo considera como un simple medio para extender la influencia china en el extranjero y cargar a los países con una deuda insostenible a través de proyectos poco transparentes.
Estados Unidos ha sido especialmente crítico con la decisión italiana de sumarse al plan el mes pasado, durante la visita de Xi a Roma, la primera nación del G-7 que se une.
El consejero estatal chino, Wang Yi, el máximo diplomático del gobierno, dijo a los periodistas que el proyecto está generando beneficios reales a los países participantes.
“Esta relación de sociedad no es una herramienta geopolítica, sino una plataforma para la cooperación”, afirmó.
“No puedes poner etiquetas como ‘crisis de deuda’ al Cinturón y Ruta y esto no es algo que vaya a reconocer ningún país participante”, agregó Wang.
“Por supuesto, hay un proceso de desarrollo para el Cinturón y Ruta. No se puede hacer en un paso y es inevitable que vaya a causar algunas preocupaciones durante este desarrollo. Así que damos la bienvenida a todas las partes para que aporten sugerencias constructivas”, declaró.

