El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dijo que las conversaciones comerciales con China marchaban bien y que la debilidad en la economía del gigante asiático le daba a Pekín razones para buscar un acuerdo.
Negociadores estadounidenses se reunirán a partir de hoy con sus contrapartes chinos en Pekín, en lo que marcará el primer encuentro cara a cara desde que Trump y el mandatario chino, Xi Jinping, acordaron en diciembre una tregua de 90 días en la guerra comercial que ha golpeado a los mercados globales.
Trump impuso aranceles a bienes chinos valorados en cientos de miles de millones de dólares para presionar a Pekín a cambiar sus prácticas en temas que van desde los subsidios industriales hasta la piratería. China tomó represalias también a través de gravámenes a las importaciones desde Estados Unidos.
El mandatario estadounidense afirmó que los aranceles han dañado a China.
“Creo que China quiere que esto se resuelva. A su economía no le está yendo bien”, afirmó Trump a periodistas en la Casa Blanca antes de abordar el helicóptero presidencial Marine One. “Creo que eso les da un gran incentivo para negociar”.
El viernes pasado, Pekín recortó los requerimientos de reserva a los bancos en medio de una desaceleración del crecimiento local y presiones de las tarifas impuestas por Washington.
Al ser consultado sobre qué es lo que esperaba de las conversaciones en Pekín, Trump adoptó un tono positivo. “Las conversaciones con China van muy bien”, dijo. “Realmente creo que quieren hacer un trato”.
