China aceptó tomar medidas para reducir sus exportaciones de acero, aunque evitó establecer un compromiso vinculante, mientras mandatarios de las principales economías del mundo ponían fin a una cumbre con una agenda apretada en la que se habló de comercio, las dos coreas y Siria.
Pekín planteó el comercio como tema central del encuentro en la ciudad de Hangzhou, al suroeste de Shanghái, aunque enfrentó quejas sobre que sus exportaciones masivas de acero barato han puesto en peligro empleos en Estados Unidos y Europa, lo que a su vez alimentó las peticiones de límites al comercio.
En un comunicado conjunto para publicar tras la cumbre, China aceptó la creación de un foro global que estudie el exceso de capacidad de producción en el sector del acero, según los diarios japoneses Nikkei y Yoimuri, que citaron fuentes diplomáticas japonesas no identificadas.
El acuerdo incluye límites no vinculantes a la producción china. Las autoridades insisten en que la sobreproducción es un asunto global, pero los gobiernos en EU y Europa afirman que la gran industria estatal china es la raíz del problema.