La participación valorada en $11 mil 700 millones que ha puesto en venta el segundo mayor operador de telefonía móvil de China marca el inicio de un esfuerzo del gobierno para privatizar aún más sus abultadas empresas estatales.
Ofertas similares a la anunciada ayer en la noche podrían seguir conforme la privatización emerge como un punto clave en la meta más amplia del gobierno de reformar las empresas que controla, un sector que genera más ingresos que el tamaño de la economía de Japón.
La idea de inyectar capital privado está destinada a ayudar a atraer la experiencia necesaria para hacer las empresas estatales más eficientes.
“Este es un nuevo nivel de experimento”, dijo el analista de Jefferies Hong Kong Ltd., Edison Lee. “Si tiene éxito, el gobierno probablemente lo aplicará a otras empresas estatales”.
De acuerdo con el plan, más de una docena de inversionistas -incluyendo los gigantes tecnológicos Tencent Holdings Ltd. y Alibaba Group Holding Ltd.- comprarán una participación de 35% en China United Network Communications Ltd., que cotiza en Shanghái, en un acuerdo que recaudará casi $11 mil 700 millones.
A pesar de que la casa matriz, que no cotiza en bolsa, seguirá siendo el mayor propietario, renunciará a la participación mayoritaria que tenía desde la fundación de la empresa, pasando de 63% a 37%.
Gigantes estatales, incluyendo China Life Insurance Co., CRRC Corp. y China Structural Reform Fund Corp., también participarán de la venta de acciones.