China se prepara para devolver el golpe si el presidente de Estados Unidos (EU), Donald Trump, impone radicales aranceles con gravámenes dirigidos a industrias y estados que tienden a emplear a sus partidarios, informó The Wall Street Journal, citando a personas no identificadas famiLiarizadas con el asunto.
Las exportaciones agrícolas de Estados Unidos figuran en la lista de objetivos y los envíos de soja, sorgo y porcinos también podrían ser vulnerables, dice el periódico.
Pekín también está sopesando concesiones, como relajar las restricciones a las inversiones extranjeras en firmas financieras, dice el periódico.
Trump planea introducir aranceles por hasta $60,000 millones a productos chinos a principios de esta semana para castigar a Pekín por lo que EU considera el robo de propiedad intelectual de las empresas estadounidenses, según dos personas familiarizadas con el asunto.
Su administración está considerando gravámenes generalizados desde electrónica de consumo hasta zapatos y ropa fabricados en China, así como restricciones a las inversiones chinas en EU.
China había tratado de restar importancia a la posibilidad de un enfrentamiento con EU. Hablando el martes al final del Congreso Nacional del Pueblo, el primer ministro Li Keqiang dijo que el gobierno planea abrir más el sector manufacturero a la competencia y no obligará a las compañías extranjeras a transferir tecnología a las nacionales mientras lo hacen.
“No queremos ver una guerra comercial“, dijo Li.
China también ha dicho que permitirá a las compañías extranjeras acceder a su mercado de pagos de $27 millones de millones, lo que abrirá más la segunda economía más grande del mundo.
Los actores extranjeros pueden comenzar a solicitar licencias de pago y recibir el mismo trato que las empresas locales, señaló el Banco Popular de China.