China reportó cifras mucho más débiles a las previstas para sus exportaciones e importaciones en noviembre, lo que apunta a una demanda interna y global más lenta y eleva la probabilidad de que Pekín deba tomar más medidas para impedir que la tasa de crecimiento del país decaiga demasiado.
Las exportaciones chinas en noviembre subieron apenas un 5.4% en la comparación interanual, según cifras aduaneras. Es la lectura más débil desde la contracción de 3% de marzo y está lejos del alza de 10% pronosticada en un sondeo de Reuters.
Según analistas, la cifra de los envíos mostró un menor apuro entre las empresas por despachar sus productos antes del 1 de enero, cuando entrarían en vigencia alzas en los aranceles a las importaciones chinas.
Los expertos indicaron también que es probable que el crecimiento de las exportaciones se frene más ante un enfriamiento en la demanda.
Las cifras aduaneras mostraron que el crecimiento anual para los envíos de todos los grande socios de China se frenó de forma significativa. Las exportaciones a Estados Unidos aumentaron un 9.8% el mes pasado desde noviembre de 2017, contra el alza de 13.2% de octubre.
El crecimiento en las importaciones fue de 3%, el más lento desde octubre de 2016, frente a la expectativa de 14.5%. Las compras de mineral de hierro bajaron, reflejando una floja demanda ante un reducción de los márgenes de ganancias de las siderúrgicas.
La débil cifra de las importaciones muestra un retroceso relativamente significativo en la demanda interna, apuntó Wang Jun, economista jefe de Zhongyuan Bank en Pekín.