Para un destino de playa como isla Contadora, ubicada en el Pacífico panameño, los días soleados y calurosos deberían ser sinónimo de bonanza y atractivo turístico, pero la historia es diferente para la otrora joya del archipiélago de Las Perlas.
Con una planta potabilizadora que colapsó, un sistema de alcantarillado construido hace 47 años y una reserva de agua contaminada desde 2002, los días lluviosos son recibidos con alegría por los residentes y comerciantes de la isla, que siguen esperando que se mejore el suministro de agua potable.
La isla cuenta con dos reservorios artificiales para almacenar agua de lluvia, pero el más grande, con capacidad para 5 millones de galones de agua, está contaminado con aguas servidas y se dejó de utilizar hace 15 años.
El segundo estanque que es utilizado como toma de agua de aves y otros animales, es el que alimenta la planta potabilizadora, pero la misma no tiene la capacidad para abastecer a los 160 residentes permanentes de Contadora y menos a los turistas que todavía llegan a la isla, que en el pasado fue refugio para estrellas del cine como Elizabeth Taylor, John Wayne, Mario Moreno “Cantinflas”, Sofía Loren y el exiliado sha de Irán Mohamed Reza Pahlevi.
El número de residentes ha disminuido al mismo ritmo que la actividad comercial en la isla. De acuerdo con el censo de 2000, en Contadora vivían unas 369 personas, pero 10 años después la cifra había caído hasta 253 habitantes.
Comerciantes de la isla indican que durante las estaciones secas más intensas deben gastar hasta 300 dólares cada semana para comprar agua que es extraída de algunos pozos artesanales, sin embargo, explican que la misma no se puede consumir porque tiene un alto contenido de calcio.
Hermes Adames, supervisor del hotel Mar & Oro, comentó que deben traer el agua para beber desde la ciudad de Panamá, porque el agua de la isla no es apta para el consumo humano.
Señala que actualmente el suministro es estable, pero el agua que se produce en la planta potabilizadora solo se utiliza en los baños.
“Si el agua fuera de buena calidad, los precios en la isla sin duda serían inferiores”, comentó.
Pero no solo la planta potabilizadora que opera 15 horas al día está en malas condiciones. Las estaciones de bombeo y los tanques de compensación tienen filtraciones y fallas eléctricas. El filtro de arena y de carbón activado que eliminan las impurezas del agua no funciona correctamente.
A la falta de agua potable se suma una red sanitaria y de alcantarillado deficiente que en ocasiones provoca el desborde de aguas servidas. Adames y otros empresarios manifestaron que esto afecta aún más la imagen de la isla, que continúa recibiendo turistas, pero no a niveles de años anteriores.
LUZ AL FINAL DEL TÚNEL
El 12 de diciembre de 2016 el consorcio Aguas de Contadora recibió la orden de proceder para el “estudio, diseño y construcción del sistema de abastecimiento de agua potable, sistema de alcantarillado sanitario y tratamiento de las aguas residuales de isla Contadora”.
El grupo, integrado por las empresas Prodima S.A. y NYR Construction Inc., tiene mil 470 días para entregar el proyecto, es decir, para el 20 de diciembre de 2020 Contadora debe contar con el servicio de agua potable las 24 horas del día.
El contrato adjudicado por el Instituto de Acueductos y Alcantarillados Nacionales (Idaan) al consorcio Aguas de Contadora fue por 15.6 millones de dólares y abarca el saneamiento del estanque número dos para almacenar agua de lluvia, la instalación de una planta desalinizadora, restauración de la red de distribución y mejoras al sistema de alcantarillado y aguas servidas.
En agosto pasado el Idaan presentó ante el Ministerio de Ambiente el estudio de impacto ambiental (EIA) para la instalación de la planta desalinizadora y para el sistema de alcantarillado.
María José Del Valle, miembro de la junta directiva de la Asociación de Residentes, Propietarios y Usuarios de la Isla Contadora (Arpuic), señaló que en las últimas semanas han visto movimiento de maquinaria y materiales.
Indica que el Idaan abastece a la isla con agua potable por medio de barcazas cuando el nivel del estanque disminuye.
En cuanto al sistema de alcantarillado, comentó que el mismo también está colapsado porque se sigue utilizando el que tenía el hotel Contadora, que cerró en 2009. “Cuando aumenta el número de personas en la isla se incrementan los desbordes de aguas servidas”, añadió.
De las cuatro estaciones de bombeo de aguas servidas, tres están colapsadas, y las otras dos presentan fallas graves.
Durante una inspección de campo por parte de la compañía que preparó el EIA, se determinó que la mayoría del sistema está deteriorado, y que solo la estación de bombeo dos está operando, hecho que ocasiona desbordes de aguas en zonas bajas.
También se comprobó que “las cámaras de inspección del sistema de aguas residuales están completamente obstruidas, las aguas que vierten en esas cámaras se desbordan en el terreno natural, provocando olores nauseabundos”. En conclusión, la empresa determinó que el “sistema está completamente colapsado”.
José Acevedo, director del área de Panamá este del Idaan, comentó que en los próximos dos meses debe iniciarse formalmente la construcción de ambos proyectos. Fuentes de la institución que pidieron reserva de su nombre indicaron que se han enviado cartas al contratista para que agilice la ejecución de los proyectos.
Mientras se inician los trabajos, los residentes y empresarios de Contadora seguirán dependiendo de las barcazas que lleve el Idaan con agua y de las lluvias que caigan sobre la isla.