La acumulación de restos de aparatos electrónicos y eléctricos en desuso ha alcanzado niveles graves en el este de Asia, y supone una creciente amenaza para la salud y el medio ambiente a menos que su eliminación segura se convierta en la norma.
China es el principal responsable, ya que su basura electrónica más que se duplicó, según un nuevo estudio de la United Nations University.
Pero casi todos los países de la región registraron importantes incrementos entre 2010 y 2015, incluidos los menos preparados para gestionar la creciente cantidad de smartphones, computadoras, televisores o aparatos de aire acondicionado, entre otros, que quedaron obsoletos.
De media, la basura electrónica en los 12 países analizados se incrementó en casi dos tercios en cinco años, con un total de 12.3 millones de toneladas solo en 2015.
El incremento de los salarios en Asia, la creciente población de adultos jóvenes, la rápida obsolescencia de los productos por las innovaciones tecnológicas y los cambios en las modas, además del comercio ilegal mundial de residuos, son algunos de los factores detrás de esta tendencia. Los consumidores en Asia reemplazan ahora sus gadgets con más frecuencia. Además, muchos productos están diseñados para la producción de bajo costo, pero no necesariamente para su fácil reparación, renovación o reciclaje, apuntó el estudio.

