Crece uso de energía prepagada

Crece uso de energía prepagada


El cliente adquiere kilovatios hora de energía eléctrica similar a la compra de minutos o data para la telefonía móvil. El usuario puede comprar desde 3 dólares en adelante en los establecimientos comerciales habilitados para la recarga.

Sin embargo, a diferencia de la telefonía móvil que establece un tiempo para consumir los minutos prepago, con la energía eléctrica el tiempo es ilimitado y depende del consumo de energía hasta agotar el crédito.

Luz Moreno es usuaria del sistema de energía prepagada que se comenzó a implementar en Panamá desde 2010. Es uno de los 11 mil 500 clientes que actualmente utilizan este servicio en barrios y comunidades de las provincias de Panamá y Colón. La cantidad de clientes con este servicio corresponde al 1% del total de clientes del país que superan el millón de medidores.

Moreno reside en el proyecto de renovación urbana de Curundú inaugurado en 2013 como parte del plan para eliminar las casas condenadas y barracas de ese sector de la ciudad.

Afirma que está conforme con el servicio porque esto le garantiza tener energía eléctrica segura para sus necesidades domésticas.

En el apartamento de dos recámaras, donde habita con su esposo y dos hijos, tiene una lavadora, una refrigeradora pequeña, un microondas, plancha y otros electrodomésticos.

Explica que mensualmente gasta aproximadamente 20 dólares en consumo de energía eléctrica, pero en ocasiones el gasto puede ser menor. “El medidor te pita cuando tiene 30 kilovatios hora disponibles y necesita recarga. Con esa cantidad de energía te puede alcanzar para una semana, bien administrada”, dice.

Es un sistema que se tiene que aprender a utilizar ya que tradicionalmente en Panamá el servicio de energía eléctrica ha sido con pospago, es decir, se paga después de recibir el suministro.

DISTRIBUIDORAS

Elektra Noreste, S.A. (ENSA), del grupo EPM de Colombia, que atiende clientes en Panamá Este, Colón, Darién y las islas del Pacífico, ofrecerá este servicio a los residentes del proyecto Altos de los Lagos, que construye el Gobierno en la provincia de Colón. La distribuidora informó que para este proyecto se destinarán $7 millones en infraestructura, de los cuales ya se han invertido $3 millones.

ENSA hizo el diseño y desarrollo de la infraestructura eléctrica, además de construir la red secundaria hacia los edificios, alumbrado público, acometidas de edificios y medidores prepagos.

Ya se han firmado 200 contratos de los primeros residentes de Altos de los Lagos de Colón. Según la compañía, el trabajo eléctrico fue acompañado de más de 150 horas de formación y sesiones de diálogo comunitario a más de 2 mil personas desde 2016.

Se trata de explicar a los clientes cómo es el mecanismo de uso de este sistema antes de que ingresen al proyecto, aunque algunos de ellos ya tenían el servicio en sus residencias originales, informó la empresa.

Unión Fenosa, que atiende el sector oeste, incluyendo una parte de la ciudad capital, también instaló ese sistema en el proyecto de viviendas de Curundú y además lo implementó en otras áreas dentro de su concesión.

EL REGULADOR

Cuando se ideó el sistema de prepago en el servicio de electricidad, se consideró a los clientes que por su condición socioeconómica no podían acceder al servicio de electricidad, sino que lo hacían de manera ilegal conectando “telarañas” o cables a la red de distribución.

Se hicieron los estudios viendo la experiencia en otros países como Colombia y Perú, donde se definió que la parte robusta de medición estaría cerca a la línea de medición y el cliente solo tendría accesibilidad al display o dispositivo donde colocarían el código para recarga.

El mecanismo está concebido para que el servicio de energía eléctrica sea igual al pospago, incluso con los mismos beneficios de subsidio que ofrece el Estado a los consumidores que consumen menos de 300 kilovatios hora al mes. Para aplicar el subsidio en los clientes prepago se verifica cuánto fue el consumo mensual del cliente según las recargas.

Daniel Mina, del departamento de Normas Técnicas y Comerciales de la Autoridad Nacional de los Servicios Públicos (ASEP), dijo que generalmente existe más rechazo en aquellos clientes que se les coloca el medidor luego de estar conectados ilegalmente.

“Allí es donde la labor que le indicamos al distribuidor es decirle que la energía no es gratis, que todos pagamos y que incluso, la energía que se consume ilegalmente, la pagan los clientes regulares”, explicó Mina. La experiencia es más fácil con los proyectos nuevos donde el usuarios se tiene que acostumbrar a pagar por el servicio.

Un aspecto positivo del servicio de energía prepago es que el consumidor se acostumbra a ahorrar porque le permite tomar el control de su consumo ya que puede revisar el medidor día a día.

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