La economía de Estados Unidos se frenó menos de lo previsto en el tercer trimestre debido a que una reducción de las exportaciones de soja fue compensada por el gasto del consumidor más fuerte en casi cuatro años, lo que la mantiene encaminada a cumplir con la meta de crecimiento de 3% en 2018.
El producto interno bruto (PIB) subió a una tasa anualizada de 3.5%, también respaldada por un aumento de la inversión en inventarios y un sólido gasto gubernamental, dijo el Departamento de Comercio en su primera estimación del crecimiento del PIB del tercer trimestre.
Aunque se trató de una desaceleración frente a la tasa de 4.2% del segundo trimestre, de todas maneras superó el potencial de crecimiento de la economía, que los expertos calculan en 2%. En comparación al tercer trimestre de 2017, la economía creció 3%, el mejor desempeño desde el segundo trimestre de 2015.
Economistas consultados en un sondeo de Reuters proyectaban que el PIB se expandiera a un ritmo de 3.3% en el tercer trimestre.
La economía es apuntalada por un recorte impositivo de 1.5 millones de millones de dólares y un mayor gasto gubernamental. El estímulo fiscal es parte de las medidas adoptadas por el gobierno del presidente Trump para impulsar el crecimiento anual a 3% sobre una base sustentable.
Sin embargo, el Gobierno está involucrado en una guerra comercial con China y la desaceleración del trimestre pasado reflejó el impacto de aranceles chinos sobre exportaciones estadounidenses.

