La menor actividad por el verano mantuvo congelado el crecimiento empresarial de la zona euro en agosto, con un repunte menor al previsto y un panorama empañado por perspectivas de una escalada en el conflicto comercial entre Estados Unidos y China, mostró un sondeo ayer.
IHS Markit, proveedor de información global que hizo el estudio, advirtió de que las cifras de este mes se basaron en una muestra mucho más acotada que la usual, particularmente entre los manufactureros.
“Siempre hay que tratar las cifras de agosto de la zona euro con algo de cautela, especialmente en países como Francia, Italia y España, donde las fábricas pasan por paralizaciones prolongadas”, dijo Chris Williamson, economista de IHS Markit. “Eso se ve menos en Alemania”.
El Índice de Gerentes de Compras Compuesto Preliminar (PMI), considerado un buen previsor de la situación económica, subió en agosto a 54.4 desde 54.3 el mes previo, por debajo de la mediana de las previsiones de una encuesta de Reuters de 54.5. Lecturas sobre 50 indican crecimiento.
Los PMI apuntan a que el crecimiento del producto interno bruto (PIB) de la zona euro en este trimestre estaría en torno al 0.4%, indicó IHS Markit, misma cifra que la de una consulta hecha por Reuters.
Sin embargo, el índice de producción futura, que mide el optimismo, se desplomó a 61.3 desde 63.1, cerca de un mínimo de dos años.
El movimiento sugiere que las empresas no tienen muchas expectativas de ver una aceleración en el corto plazo.
“Se mantiene la ansiedad sobre la actividad de los próximos meses”, afirmó Bert Colijn, economista de ING. “Si bien la reunión entre el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, y el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, llevó el conflicto comercial a aguas más mansas, las empresas no lo tomaron como razón para sentir optimismo”. Pero en una señal de tímido optimismo, las fábricas mantuvieron sus compras de inventarios -el volumen de materia prima que conservan- en el mismo nivel de julio.