La inflación en la zona euro subió menos de lo previsto en noviembre, lo que remarcó que el crecimiento de los precios sigue débil en el bloque y respaldó el plan del Banco Central Europeo (BCE) de retirar los estímulos solo en forma gradual.
La inflación en los 19 países que comparten la moneda única subió a 1.5% en noviembre desde 1.4% en octubre, incumpliendo las expectativas de una subida de 1.6%, y se mantienen por debajo del objetivo del BCE de justo menos de 2%.
La estimación preliminar de Eurostat para el mes no incluye un cálculo intermensual. La inflación se debió principalmente al alza de los costos de la energía, que subieron un 4.7% anual en noviembre, desde un incremento de 3% en octubre.
Los precios de la comida no procesada subieron un 2.4%, frente al 2.8% el mes pasado. Calculado sin esos dos componentes más volátiles, lo que el Banco Central Europeo llama la inflación subyacente se mantuvo estable en 1.1%, frente a expectativas de una leve baja a 1%. Otro dato divulgado el jueves mostró que el sólido crecimiento económico ayudó a reducir el desempleo en la zona euro al nivel más bajo desde enero de 2009, superando las expectativas del mercado.
La tasa de desempleo bajó a 8.8% de la fuerza laboral, o 14.34 millones de personas, en octubre, frente a un 8.9%, o 14.43 millones de personas, en septiembre. Economistas proyectaban que la tasa se mantuviera estable en 8.9%.
