El Banco de Rusia gastó $88 mil millones para limitar el derrumbe del rublo el año pasado, en momentos en que las sanciones internacionales y los precios más bajos del petróleo reducían el ingreso de dólares. Ahora la moneda se recupera tan rápido, que algunos bancos instan a los funcionarios a tratar de frenar los aumentos.
El rublo se ha fortalecido 18% este año, lo que comprende un ascenso de 13% tan solo en abril, luego de caer 46% en 2014. El ritmo del incremento lo ha convertido en la moneda más “sobrecomprada”, según datos que recopiló Bloomberg.
Preocupados ante la posibilidad de que los aumentos afecten la competitividad de Rusia y limiten aun más una economía que ya se encamina a la recesión, Credit Suisse Group AG, TKB BNP Paribas y Sberbank CIB dijeron esta semana que las autoridades debían empezar a comprar moneda extranjera si el rublo se sigue apreciando.
Una moneda más fuerte –impulsada por un alivio de la tensión en Ucrania y una recuperación de los precios del petróleo– significa también menos ingresos en rublos por las exportaciones de energía del país con denominación en dólares.
“La actual paridad cambiaria del rublo plantea serios riesgos para el presupuesto y la balanza comercial”, dijo en un correo electrónico Vladimir Tsuprov, máximo responsable de inversión en San Petersburgo de TKB BNP Paribas.
“El banco central debe empezar a comprar moneda extranjera”.

