El financiamiento a las diversas actividades económicas del país, así como el crédito para operaciones en el exterior, mantienen un buen desempeño.
El crédito interno al sector privado durante los dos primeros meses del año registró un saldo de 24 mil 524 millones de dólares, que representa un incremento del 13.1% en relación con similar período del año previo.
El mayor alza se reporta en los segmentos de comercio ($1,453 millones), hipotecario ($673 millones), consumo personal ($442 millones), construcción ($244 millones) e industria ($238 millones), según información proporcionada por la Superintendencia de Bancos.
Por su parte, la cartera crediticia externa se ubicó en 9 mil 864 millones para un incremento de 16.0%, o mil 357 millones de dólares más que el año anterior.
Este crecimiento se sustenta, según el informe de la Superintendencia, por el dinamismo mostrado en las carteras de industria ($440 millones), sector financiero ($414 millones), agricultura ($301 millones) comercio ($129 millones) y consumo personal ($48 millones).
La banca panameña es una de las más dinámicas de la región, y está aprovechando la bonanza económica para colocar un poco de la liquidez que la crisis financiera obligó a resguardar.
El sector comercial que ha identificado nuevos polos de desarrollo en la urbe capitalina y en el interior del país es uno de los, mayormente, beneficiados con los recursos que proporciona la banca.
Los activos del Centro Bancario Internacional de Panamá ascienden a 72 mil 053 millones, experimentando un crecimiento de 12.7%. Los principales motores de crecimiento se sustentan en el desempeño favorable de la cartera crediticia (18.8%) y el portafolio de inversiones (13.5%).

