Legisladores rusos criticaron un proyecto de ley destinado a crear un “internet soberano”, advirtiendo de que se arriesgaba a otorgar al gobierno amplios poderes para censurar el contenido en línea.
La propuesta para establecer el control del tráfico de internet ruso de modo que pase principalmente a través de enrutadores e intercambios nacionales se aprobó en primera lectura en la Cámara baja del Parlamento el martes.
Defensores del partido Rusia Unida –favorable al Kremlin– argumentan que la medida aseguraría el funcionamiento continuo de la red de internet rusa, en caso de que el país fuera aislado de los servidores extranjeros, lo que generó un estallido inusual de disidencia en la legislatura, normalmente dócil.
“No tiene nada que ver con proteger a la internet rusa de ser apagada desde el extranjero”, aseguró en la audiencia el legislador Sergei Ivanov, del Partido Nacionalista Demócrata Liberal. “Sabemos cómo funciona la internet en China: hay una lista de sitios web prohibidos a los que no puede acceder desde China y una lista de palabras clave que no se puede buscar. ¿Eso es lo que quieren?”, indicó.
Otros legisladores sugirieron que el proyecto de ley facilitaría a los funcionarios bloquear servicios como Facebook y Google si no cumplen con las demandas de los fiscales de prohibir el acceso a contenido declarado ilegal en Rusia.
De acuerdo con el Ministerio de Comunicaciones de Rusia, la ley exigiría a los proveedores de servicios de internet instalar equipos de monitoreo de tráfico que bloquearían automáticamente el acceso a sitios web considerados ilegales.
El presidente de la Duma Estatal, Vyacheslav Volodin, aseguró que las propuestas tendrían que ser revisadas antes de la segunda lectura, e instó a los legisladores a consultar a expertos sobre las posibles consecuencias, de acuerdo con el sitio web de la legislatura.
El gobierno también acordó hacer pruebas periódicas del funcionamiento de la internet en Rusia para detectar amenazas y respuestas potenciales.
La propuesta es una reacción a la estrategia de seguridad nacional cibernética agresiva de EU, adoptada en septiembre, en medio de acusaciones, sin pruebas, de la participación rusa en operaciones de piratería, según el borrador del documento.