La propuesta del Reino Unido de una alianza aduanera con la Unión Europea (UE) después del brexit es “una locura”, dijo el ministro británico de Asuntos Exteriores, Boris Johnson, profundizando en las divisiones que afronta el gobierno de la primera ministra Theresa May.
Los partidarios del brexit se han posicionado en contra de lo que algunos dicen es la opción preferida de May para la futura relación con la UE, respaldando otra propuesta que depende de la tecnología para hacer que las nuevas instalaciones aduaneras sean lo menos visibles posible.
Después de que el ministro de Empresas, Energía y Estrategia Industrial, Greg Clark, defendiera de nuevo la alianza aduanera, que efectivamente lograría que Reino Unido cobrara aranceles.
“Si tienes una nueva alianza aduanera, tienes una locura de sistema en el que acabas cobrando aranceles en nombre de la UE en la frontera con el Reino Unido”, sostuvo.
Dijo que no estaba cediendo el control de la política comercial del Reino Unido, sus leyes, fronteras o su dinero, reiterando su principal argumento que empleó antes del referéndum sobre la pertenencia a la UE en 2016.
La decisión de May de abandonar la unión aduanera de la UE, que establece aranceles en los bienes importados en el bloque, se ha convertido en uno de los principales focos de tensión en el debate del brexit, enfrentando a empresas y partidarios de la UE contra un grupo de diputados euroescépticos.
La primera ministra tiene que ser cautelosa por los temores de que cualquier nueva infraestructura aduanera en la frontera entre Irlanda del Norte y el miembro de la UE Irlanda podría desencadenar de nuevo una violencia sectaria que no se ha visto en décadas.