El gobierno cubano anunció medidas restrictivas en su economía para enfrentar una crisis de diésel, de la cual culpa a Estados Unidos.
Autoridades nacionales han explicado en televisión y otros medios de prensa que las medidas se toman para los próximos 15 días. El sábado llegó a la isla un tanquero con combustible y se espera el arribo de otros buques para fines de septiembre.
En octubre, volvemos a una situación relativamente normal, prometió el presidente Miguel Díaz-Canel.
El gobierno cubano culpó a Estados Unidos de ejercer presiones sobre las navieras para que suspendan el traslado de petróleo a Cuba desde Venezuela, principal abastecedor y aliado político-económico de la isla.
Será el transporte, pues la mayoría de los ómnibus, camiones y locomotoras de la isla trabajan con diésel, que es el combustible en falta.
En La Habana, de los 7 mil viajes diarios de ómnibus locales -que ya eran insuficientes- sólo se están realizando 4 mil.
Asimismo, de tres o cuatro salidas diarias de buses desde La Habana hacia las capitales provinciales sólo se realizará una por día a partir de hoy.
Los ferrocarriles de larga distancia, que realizaban viajes cada tres días con 10 vagones de 72 pasajeros, lo harán ahora cada cuatro días, pero con 12 vagones.
La venta de boletos tanto en tren como en ómnibus se suspendió hasta la primera quincena de octubre.
El abastecimiento de combustibles a las estaciones de venta se realizará en lapsos mayores, con el objetivo de que las reservas alcancen hasta fin de mes, lo que implica filas de autos para abastecerse.